El reto a vencer es el tiempo y la desinformación
Tania Contreras, abogada con trayectoria jurídica y gubernamental, se lanzó a la campaña en busca de una magistratura dentro del Poder Judicial en el próximo proceso electoral que se llevará a cabo el 1 de junio en toda la República Mexicana, con el cual se pretende renovar al órgano encargado de administrar la justicia.
Uno de los retos más complicados a vencer es el desconocimiento de la población en cuanto al desempeño de los jueces y magistrados. En sus visitas a los diversos seccionales tamaulipecos, se ha encontrado —dijo— «con un número importante de ciudadanos que desean participar en la elección, pero no saben cómo hacerlo».
Contreras López consideró que este ejercicio de elección, que identifica a México como el único país en el mundo en elegir democráticamente a los dirigentes de los tres poderes de la Unión, además de ser desafiante, es enriquecedor, ya que los candidatos deben trabajar de la mano con cada uno de los actores participantes dentro de este proceso, que ya cumplió uno de los objetivos más importantes: lograr que la población se interese en el actuar del Poder Judicial.
«Nos lo enseñaron en la escuela: hay tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Del Ejecutivo, la gente tiene una noción porque es el referente del gobernador, la presidenta o el alcalde; del Poder Legislativo, pues hay una asociación muy directa como el poder encargado de hacer leyes, pero cuando salimos ya a territorio, nos damos cuenta de que la gente no asocia al Poder Judicial en su vida cotidiana», dijo.
Agregó que el esquema de trabajo y desarrollo profesional de los impartidores de justicia ha cambiado, pues los servidores públicos deben ofrecer una justicia de puertas abiertas. Solo de esa manera se logrará cumplir con otro de los objetivos: la eliminación de la corrupción dentro del Poder Judicial, una meta que se ve difícil, pero no imposible de alcanzar, aunque también reconoció que es imposible garantizar que un impartidor de justicia no caiga en esas malas prácticas.
Leave a Reply