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POLÍTICOS ASESINADOS EN MÉXICO

Homicidios durante toda la campaña electoral

Fueron asesinados por lo menos diecinueve políticos locales entre alcaldes, exalcaldes o precandidatos a presidente municipal.

A dos días de finalizar la precampaña electoral en México Vicente Onofre, líder estatal de un partido en el Estado de México, fue baleado y resultó herido. Al día siguiente el precandidato a la alcaldía en Puebla, Francisco Lenin Portal Sánchez fue atacado a bordo de su vehículo; salió ileso.

El precandidato a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli en el Estado de México, Francisco Rojas San Román fue asesinado. En Oaxaca murió también Teodoro Ortiz Barragán, exlíder municipal.

En el mes de enero fueron asesinados Jorge Montes y Santiago Chaidez Jimenez, exalcalde de un municipio de Durango.

El regidor en el estado de Tamaulipas: Juan Manuel Hernández Martínez; Víctor Molina Dorantes exalcalde de Veracruz y Miguel Ángel Licona expresidente de Hidalgo.

De acuerdo al portal The New York Times:

Desde que el periodo electoral empezó oficialmente a nivel federal el 8 de septiembre hasta el final de la precampaña el 11 de febrero, fueron asesinados por lo menos diecinueve políticos locales entre alcaldes, exalcaldes o precandidatos a presidente municipal.

En comparación con esta cifra, algunos conteos indican que durante todo 2016 fueron víctimas de homicidio nueve presidentes municipales y alcaldes electos o antiguos.

México acaba de cerrar un año mortífero desde que hay registros en el país.

Enrique Vargas del Villar, presidente municipal de Huixquilucan, en Estado de México, y dirigente de la Asociación Nacional de Alcaldes, una de las organizaciones que reúne a representantes a nivel local y que lleva un conteo de violencia contra líderes municipales indicó:

“Vemos una descomposición social en el país debido a esta escalada de violencia; esto genera un ambiente muy raro y muy tenso en un año electoral”.

Vargas del Villar, atribuyó buena parte de la violencia a “mafias” que quieren enviar un mensaje de miedo a los candidatos o a los dirigentes en funciones para afianzar su control sobre territorios disputados.

De cara a las elecciones del 1 de julio, en las que en total se renovarán 3416 cargos de elección popular la irrupción de la violencia en la política implica un costo elevadísimo para la democracia.

 

FUENTE: THE NEW YORK TIMES