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Marea roja en playas al sur de la costa de Corpus Christi, eleva vigilancia en la Isla del Padre

La presencia de niveles de Marea roja en playas al sur de la costa de Corpus Christi, eleva la vigilancia en la Isla del Padre, manteniendo el monitoreo ante la amenaza de corrientes que pudieran llegar a esta región del golfo.

Como parte de los trabajos de monitoreo que se mantienen por parte de las especialistas en medio ambiente, se esta realizando la toma de muestras y descartar el riesgo de Marea Roja en esta región del Golfo.

Por ello el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas, anunció esta semana sobre la presencia de marea roja en aguas del Golfo de México al sur de Corpus Christi.

De acuerdo a un reporte emitido recientemente por el instituto de ciencias marinas de Texas se alertó sobre la posible presencia de Karenia brevis, un alga microscópica más comúnmente conocida como «marea roja» y las muestras realizadas en aguas del sur de la costa de Corpus Christi arrojó la presencia de células en una baja densidad.

El descubrimiento de la marea roja aumenta el monitoreo constante de las autoridades locales sobre esta condición ambiental debido a que en esta misma temporada, el año pasado se mantuvo la presencia de esta bacteria dejando cientos de peces muertos a la orilla de la playa, pro-moviéndose enfermedades respiratorias y malestar generado por la irritación de ojos, nariz y garganta.

Se dio a conocer que la presencia de marea roja en el agua puede representar un riesgo mortal para especies marinas como peces y algunas otras especies, mientras que para el ser humano, genera malestar por la afectación en ojos y mucosa por el picor que provoca el dinoflagelado en el agua.

Autoridades dieron a conocer que la última vez que se registró el problema de marea roja en las playas de la Isla del Padre fue el año pasado cuando las autoridades detectaron la presencia en el agua, restringiendo el acceso a los bañistas y registrando mortandad de peces.

Es por ello que investigadores del medio ambiente realizan el muestreo de agua y contar con muestras de agua salada que es analizada en laboratorios para cerciorarse de que no existen evidencia de que se tenga de nuevo que enfrentar el problema en las playas del sur de Texas.