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Anuncian recorte al gasto y alza a tasas de interés

Ciudad de México. Una batería de medidas para hacer frente a la pérdida de ingresos por la disminución de los precios del petróleo y al efecto de la devaluación del peso sobre el precio de bienes y servicios fueron adoptadas este miércoles por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y el Banco de México.

Por un lado, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, anunció un recorte del gasto público de este año de 132 mil 300 millones de pesos, cantidad que equivale a 0.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) y que constituye la tercera disminución presupuestal en dos años.

El gobierno federal reducirá su presupuesto en 32 mil 300 millones de pesos y los otros 100 mil millones de pesos tendrán que ser eliminados del gasto previsto de Petróleos Mexicanos (Pemex), también en este ejercicio.

Y, por otro lado, Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México, dio a conocer que en una reunión extraordinaria, la tarde de ayer, la Junta de Gobierno del banco central decidió por unanimidad incrementar en medio punto porcentual la tasa de interés de referencia, que se ubica a partir de hoy en 3.75 por ciento.

Con esa medida, la institución busca atajar el traslado a la inflación y a las expectativas sobre el comportamiento futuro de los precios de la devaluación del peso frente al dólar.

Videgaray y Carstens comparecieron este miércoles en una conferencia de prensa conjunta en el Palacio Nacional, para dar a conocer las medidas, que se complementan con la decisión adoptada por la Comisión de Cambios, en la que participan funcionarios de Hacienda y el Banco de México, de poner fin a la política de subastar dólares de la reserva internacional de divisas para frenar la depreciación del peso.

Desde que esta medida fue puesta en práctica el año pasado y a la fecha, el banco central ha subastado alrededor de 26 mil millones de dólares de la reserva, mientras que el peso –que este miércoles recuperaba parte del terreno perdido después del anuncio– ha perdido una cuarta parte de su valor frente al dólar en un año.

Medida preventiva
El conjunto de medidas fiscales, monetarias y de política cambiaria anunciadas hoy son la respuesta al deterioro de las condiciones externas que enfrenta la economía nacional, coincidieron ambos funcionarios.

“Esto viene del exterior, no lo determina México”, argumentó Videgaray respecto del entorno que obliga al gobierno federal y al Banco de México a tomar las medidas.

“Lo que sí determinamos las autorldades es cómo respondemos y la mejor respuesta es ofrecer una respuesta coordinada e integral, usar toda la gama de instrumentos y eso es lo que estamos haciendo la Secretaría de Hacienda y el Banco de Mèxico y es lo que vamos a seguir haciendo, cada quien en el ámbito de sus responsabilidades”, expuso Videgaray.

El recorte del gasto público de 2016 será sobre todo en Petróleos Mexicanos, como ya ocurrió en 2015.

El secretario Videgaray dijo que de los 132 mil 300 millones de pesos en que se reducirá el gasto de este año, 100 mil millones de pesos serán a cargo de Pemex, en proyectos que el consejo de administración de la empresa definirá la próxima semana.

El ajuste en la petrolera, dijo, se dará en la parte administrativa y en proyectos que, a valor actual y con los precios en el nivel que se encuentran, no son rentables.

Mientras tanto, el gobierno federal y la Comisión Federal de Electricidad reducirán su gasto en 32 mil 300 millones de pesos. De esa cantidad, explicó Videgaray, seis de cada diez pesos ser aplicarán en el llamado “gasto corriente”, que es el relacionado con la operación, sueldos, inmuebles y equipos; y el resto, cuatro de cada diez pesos, en el gasto en inversión.

Sostuvo que el presupuesto en las áreas de seguridad y desarrollo social no serán afectados por la medida.

El recorte en el gasto público, aseguró Videgaray, no afecta proyectos considerados “prioritarios” por el gobierno, como la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México o el tren ligero México-Toluca.

Serán afectados, dijo, aquellos proyectos que no tienen de manera inmediata una viabilidad técnica o jurídica.

De manera insistente, Videgaray sostuvo que el recorte del gasto público tendrá “un efecto marginal” en el crecimiento de la economía de este año.

Sin embargo, cuando en enero de 2015 fue anunciado por Hacienda una disminución del gasto, también equivalente a 0.7 por ciento del producto interno bruto, la mayoría de grupos de análisis redujo su previsión de crecimiento.

No generará más despidos

El recorte del gasto público anunciado hoy no generará despidos adicionales de personal en la administración pública, aseguró el titular de Hacienda.

A inicio de este mes fue anunciada por esa dependencia una reducción de 25 mil plazas de trabajadores eventuales y de confianza que están bajo el régimen de honorarios. De esa cantidad, 10 mil serán despedidos de Pemex y los otros 15 mil del gobierno federal.

Este miércoles, Videgaray dijo que el ajuste “no contempla reducciones adicionales en personal, sino que se concentra en otros rubros, algunos subsidios y una parte menor en proyectos de inversión”.

Aumento en las tasas de interés
La segunda de las medidas anunciadas hoy por los funcionarios toca directamente la esfera de influencia del Banco de México.

Fuera de calendario –su próxima reununión está programada para el 18 de marzo– la Junta de Gobierno de la institución se reunió la tarde del martes y, por unanimidad, determinó que la tasa de interés de referencia del banco central tuviera un incremento de medio punto porcentual, para ubicarse en 3.75 por ciento.

A finales de diciembre, el banco central elevó la tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual.

Al igual que en la parte fiscal, la decisión del banco central de elevar la tasa de interés fue sustentada en el deterioro del entorno externo y como una medida para evitar que la depreciación del peso frente al dólar se traslade al conjunto de precios en la economía, algo que hasta ahora sólo ha ocurrido de manera incipiente y en los productos de consumo duradero, según explicó Carstens.

La volatilidad en los mercados financieros internacionales ha aumentado y el entorno externo que enfrenta la economía mexicana ha seguido deteriorándose en las últimas semanas, dijo el gobernador del banco central.

El precio del petróleo se ha seguido deteriorando, lo que ha afectado, dijo, a las finanzas públicas y a la cuenta corriente –una de las partes de la balanza de pagos que mide la entrada y salida de divisas del país por operaciones financieras, comerciales y de servicios–, entre otras variables, agregó.

El deterioro de las condiciones externas y la caída del precio del petróleo han tenido un impacto o negativo sobre la cotización del peso, “aumentando con ello la probabilidad de que surjan expectativas de inflación que no estén en línea” con la consolidación del objetivo del banco central, que es de 3 por ciento anual, añadió.

“Por ello, y con conocimiento de las acciones que el gobierno federal y Pemex están tomando el día de hoy con el objeto de fortalecer sus finanzas, la Junta de Gobierno juzga conveniente contribuir a reforzar los fundamentos económicos del país en el ámbito de su responsabilidad. En este contexto, ha decidido incrementar en 50 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a 3.75 por ciento”, expresó.

El incremento extraordinario de la tasa de interés, aseguró Carstens, no marca el inicio de un ciclo de contracción monetaria.

“Sin embargo, hacia adelante, la Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor”, agregó.

(Un incremento en la tasa de interés del banco central, que es la referencia en el mercado financiero nacional, aumenta el premio por invertir en pesos, lo que puede desalentar el cambio de inversiones a dólares y en ese sentido frenar la depreciación del peso. Pero también encarece el costo del financiamiento para el sector productivo).

“Mientras mantengamos más estables y alineadas las expectativas de inflación, habrá un mejor comportamiento de las tasas de interés en la economía. Lo peor que puede pasar a una institución emisora –al banco central– es quedarse detrás de la curva y que las expectativas de inflación empiecen a empeorar y la inflación misma empiecen* a generar distorsiones.

Estamos buscando que haya mayor certeza sobre las tasas de interés y mantener la inflación alineada con objetivo. Al mantener tasas alineadas a lo largo de toda la eocnomia, el impacto ( del alza en la tasa de referencia) sería prácticamente nulo en el crecimiento económico”, aseguró Carstens.

Aun con la depreciación acumulada por el peso, ha habido un “traslado lento” del tipo de cambio a la inflación, sostuvo.

Fundamentalmente, dijo, el movimiento cambiario se ha reflejado en precios de mercancías durables, que corresponden a un porcentaje reducido de la canasta de consumo.

“Sin embargo, en pláticas, en interacciones con diversos sectores y analistas, sí veíamos un campo fértil para que las expectativas de inflación se desalinearan y eso a la postre tuviera un impacto en la inflación”, respondió

Carstens, a la pregunta de si ya se había dado un efecto inflacionario de la depreciación del peso en los precios, dijo: “La respuesta es que no hemos visto traslado” del tipo de cambio en la inflación, sino “cierta volatilidad en la inflación, pero sobre todo se ha manifestado en la inflación no subyacente (que incluye precios que cambian por temporada, como algunos alimentos) y muy particularmente por factores climáticos temporales sobre productos agropecuarios, alientos y vegetales, que deberían corregirse próximamente”, añadió.

Fin a la venta de dólares
Una tercera medida anunciada es la terminación del mecanismo de venta de dólares de la reserva de divisas para tratar de contener la devaluación del peso, decidida por la Comisión de Cambios, en la que participan los titulares de Hacienda y el Banco de México.

A partir de este miércoles, en lugar del mecanismo previsto de realizar cada día hasta dos subastas por 200 millones de dólares cada una, la primera de ellas cuando el peso tenga una depreciación de 1.5 por ciento respecto del día previo, el banco central realizará intervenciones discrecionales y por los montos que estime necesarios.

Hoy mismo, el banco central intervino en forma discrecional en el mercado cambiario, aunque el gobernador Carstens declinó precisar el monto de reservas utilizadas. La cifra se hará pública el próximo martes, cuando sea dado a conocer el estado de cuenta semanal del Banco de México.

“El tipo de cambio estaba desalineado con respecto a los valores que pensamos congruentes con nuestro marco macroeconómico”, explicó Carstens respecto de la decisión de modificar el esquema de intervención en el mercado de divisas.

El nuevo mecanismo, dijo, “es una manera de protesta y de que quedara claro nuestro rechazo a los niveles del tipo de cambio. No es gratuito, sino es un rechazo fundado en una convicción de fortaleza macroeconómica, que a la vez se refuerza con las acciones que estamos tomando este día”, afirmó.